El currículum académico para los niños en edad preescolar no es sólo dominar el alfabeto, la fonética, las formas y los números. Como educadores y proveedores de cuidado infantil, sabemos que cada niño es único, por eso, los expertos en desarrollo infantil recomiendan centrarse y evaluar las habilidades de autorregulación de cada niño, para así tener éxito en la educación de sus primeros años.
Lo más importante que puedes hacer es evaluar a tus alumnos, esto te ayuda a:
Y aunque la evaluación puede parecer abrumadora, no tiene por qué serlo. En este blog, exploraremos todo lo que necesita saber sobre la evaluación de niños en edad preescolar. Cubriremos todo, desde la configuración de sus herramientas de evaluación hasta la administración de la evaluación en sí. ¡Así que sigue leyendo y prepárate para evaluar a tus alumnos de la mejor manera!
Cuando se usan correctamente, los resultados de la evaluación pueden brindar información valiosa que se puede usar para individualizar la instrucción para cada niño. Al tener en cuenta las diferentes fortalezas y necesidades de cada niño, los educadores pueden crear un ambiente de aprendizaje óptimo para los estudiantes.
Hay una variedad de formas que se pueden usar para evaluar a los niños en edad preescolar, tales como:
Centrarse en el desarrollo físico, cognitivo y socio-emocional de los niños es una parte integral de los primeros años. Estas evaluaciones pueden ayudar a identificar retrasos en el desarrollo o áreas de fortaleza. El seguimiento del crecimiento físico es la característica más importante del desarrollo de los primeros años, ya que todas las demás áreas dependen del comportamiento físico y emocional.
Por ejemplo, si un niño llega a la guardería llorando o con nostalgia, afectará el aprendizaje durante todo el día. De la misma manera, si el niño no está físicamente apto o no es capaz de realizar una actividad, puede comenzar a desarrollar lagunas de aprendizaje que dificultan las metas académicas.
Los exámenes regulares son un recurso importante para medir el conocimiento y las habilidades en áreas académicas específicas como lectura, escritura y matemáticas. Algunas pruebas de desempeño son generales, mientras que otras están diseñadas para niveles de grado específicos.
La observación diaria es otra herramienta importante para la evaluación. Los educadores de la primera infancia pueden observar a los niños durante las actividades cotidianas para buscar patrones de comportamiento, fortalezas y debilidades.
La documentación del trabajo de los niños también es una forma valiosa de evaluación, esto incluye cosas como obras de arte, entradas de diario y otros proyectos.
Evaluar a un niño de una sola vez no es posible en los primeros años de educación, los niños pequeños son muy propensos a cambios de humor,problemas de salud y comportamiento. Ninguna evaluación por sí sola puede dar una imagen completa del desarrollo o las habilidades académicas de un niño, es por eso que los educadores deben tener en cuenta estos tres factores:
Hay algunas razones para saber por qué es importante evaluar a los niños en edad preescolar, por ejemplo:
La evaluación proporciona a los educadores información valiosa sobre las necesidades individuales de cada niño. Esta información se puede usar para adaptar la instrucción y crear planes diferenciados para satisfacer las necesidades individuales del estudiante.
La evaluación puede ayudar a identificar áreas de preocupación para que los servicios de intervención temprana puedan implementarse si es necesario. Por ejemplo, si un niño no es capaz de desenvolverse bien en algún concepto matemático o tiene dificultad en algún nivel de lectura fonética, podemos solucionarlo a tiempo.
La evaluación regular ayuda a seguir el progreso de cada niño a lo largo del tiempo para que los educadores puedan asegurarse de que están progresando adecuadamente.
Cuando se trata de evaluar a los niños en edad preescolar, hay algunos momentos clave durante el año en los que los educadores deben verificar el progreso de los niños.
Te contamos cuales son:
Las evaluaciones al comienzo del año pueden brindar a los educadores una línea de base para las habilidades y el conocimiento de cada niño. Esta información se puede usar para adaptar la instrucción individualizada y brindar un mejor apoyo a cada niño durante todo el año.
Los hitos importantes, como comenzar a aprender a ir al baño o dominar una nueva habilidad, como atarse los zapatos, brindan buenas oportunidades para evaluar el progreso de los niños. Estas evaluaciones pueden ayudar a identificar cualquier área en la que los niños puedan necesitar apoyo adicional.
Las transiciones, como pasar de un salón de clases a otro o comenzar el jardín de infantes, pueden ser estresantes para los niños. Las evaluaciones antes y después de estas transiciones pueden ayudar a identificar cualquier área de preocupación y hacer un seguimiento del progreso de cada niño a lo largo del tiempo.
La opinión de los padres también es una parte importante del proceso de evaluación, los padres son los mejores jueces y conocen mejor a sus hijos y pueden proporcionar información valiosa sobre el desarrollo y el progreso de estos.
Cuando se trata de evaluar a los niños en edad preescolar, hay algunas cosas clave que los educadores de la primera infancia deben tener en cuenta:
En primer lugar, es importante recordar que cada niño es único y por lo tanto, aprenderá y se desarrollará a su propio ritmo. Como tal, es importante no comparar el progreso de un niño con el de otro.
Es importante tener en cuenta todas las áreas de desarrollo al evaluar a un niño. Para resumir los resultados de la evaluación, el desarrollo general, el desarrollo cognitivo, social, emocional y físico debe considerarse como un todo. También se deben considerar las fortalezas y debilidades de un niño. Los educadores deben redactar y resumir una variedad de evaluaciones para obtener una visión completa de cada niño con el que trabajan.
También es importante tener en cuenta que los resultados de la evaluación son solo una parte de la información sobre un niño. No deben usarse como la única base para tomar decisiones sobre la educación o el futuro de un niño. Si un niño muestra comportamientos que son motivo de preocupación, o si hay un cambio repentino en su comportamiento, se puede justificar una evaluación para determinar qué está causando el problema y cuál es la mejor manera de apoyar al niño.
Los niños en edad preescolar deben ser evaluados de una manera que sea apropiada para su desarrollo y tenga en cuenta sus necesidades individuales. Los educadores de la primera infancia deben conocer los diferentes tipos de evaluaciones disponibles y cómo usarlas de manera efectiva. Mediante el uso inteligente de las evaluaciones, podemos obtener información valiosa sobre las fortalezas y debilidades de cada niño y ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.