Las investigaciones confirman que los primeros seis años de un niño definen las bases para el desarrollo infantil, pues en esta etapa, el cerebro funciona como una esponja que absorbe la mayor información sobre su vida y el entorno que lo rodea, lo que directamente tiene un impacto en la salud social y emocional de los menores y su comportamiento a futuro.
En este sentido las guarderías juegan un papel fundamental, pues son ellas quienes ayudan a los padres en el cuidado y educación de la primera infancia, brindando servicios que pueden llegar a extenderse durante todo el día, garantizando atención en comidas, horarios de sueño, actividades educativas, etc… y aunque es natural el proceso de llevar a los niños a la guardería, los padres están llenos de sentimientos de culpa y preocupación al decidir inscribirlos a una, así que las guarderías se enfrentan a un reto: proyectar seguridad y confianza, a través de un sistema de calidad que incluya personal atento y recursos excelentes de cuidado y aprendizaje tanto tradicionales como digitales, a cada padre de familia que se encuentre en el proceso de búsqueda del mejor cuidado infantil para sus hijos.
Lo anterior supone una gran pregunta tanto para padres cómo proveedores de guarderías: ¿Qué características hacen que una guardería sea confiable y de calidad?.
La respuesta es un conjunto de acciones y prácticas que optimizan los procesos, garantizan la seguridad y afianzan la comunicación entre padres y educadores, haciendo uso de las TI (Tecnologías de la Información) de la siguiente forma:
Contar con una administración de calidad, garantiza que los servicios ofrecidos por la guardería cumplan con lo establecido; contratando personal que se adhiera a las políticas, objetivos y códigos de conducta del centro infantil y a su vez, se lo comunique a los padres de familia desde el primer acercamiento, para crear una relación de seguridad y confianza.
En este sentido, una guardería de calidad deberá:
La base de la confianza es la comunicación, así que un buen centro de cuidado infantil debe adoptar buenas estrategias de comunicación que satisfagan las necesidades de los padres, y esta interacción debe ser clara y de fácil acceso para cada familia, a través de diferentes herramientas TI.
Para optimizar esta comunicación, las guarderías pueden preguntarles a los padres de familia:
Así mismo, se debe considerar que muchos padres pueden tener recursos limitados y pueden no tener acceso a las herramientas TI que garanticen la comunicación con la guardería, así que para ellos será necesario diseñar y continuar con algunas prácticas tradicionales cómo:
La pandemia por coronavirus enfrentada los últimos dos años complicó la comunicación directa y el retorno a la presencialidad sigue siendo un desafío, pues las políticas y procedimientos no se realizan de la misma forma y los centros de cuidado infantil deben adaptarse a esta nueva normalidad, planificando estrategias de comunicación digitales que garantizan la conexión de las partes en todo momento y a través de diferentes canales, cómo:
Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario hacer uso de todas estas herramientas para que tu guardería garantice un alto nivel de satisfacción en niños y padres, ofreciendo una experiencia de calidad cuyas características principales sean la confianza, la comunicación y los procesos asertivos, en la educación de la primera infancia.
¿Cuál será el resultado? Los padres de familia confiarán en la guardería y la recomendarán como un ambiente seguro y tranquilo, que brinda soluciones oportunas a sus necesidades y las de sus hijos.
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